que la inocencia nos valga
Este nuevo año redoblo la apuesta del año pasado, brindar por un 2009 sin más expectativas (que las que ya tenía) me hizo descubrir un saldo más que positivo del ciclo que termina. Un año plagado de nuevas realidades...
Por eso brindo por recobrar la candidez e inocencia de la infancia. Donde la capacidad de asombro sea la bandera que nos ayude a disfrutar el presente. Donde las dificultades sean portales a un sinfín de posibilidades, y las conquistas sean compartidas.
¡Que la vida no deje de sorprendernos cada día!
¡Feliz 2010 para todos!
Dimas, Ulises, Eneas, Andrea y Guillermo